También ahí
existe un camino
a veces invisible
entre los álamos negros
las líneas se vuelven formas
las formas, seres
posibilidades dispersas
manchas y luces
también ahí
en la suavidad rosada
y peligrosa
del terciopelo dentado de las flores
en la redondez
casi perfecta
del útero vegetal
despierto
también ahí
en las semejanzas monstruosas
del hombre y la semilla
en la naturaleza hostil
y delicada
en el fruto
en la vida dormida
en el azaroso arrastrar del viento
también ahí
donde se posan tus ojos
pequeños pájaros
sorprendidos
en el reflejo infinitesimal
también ahí
había un mundo.
Eugenia Coiro, septiembre 2013
Sobre la exposición «También ahí había un mundo»
las olas revuelven la arena
en la orilla
la espuma gris
sonido tenue en el rugido constante
la luna esparce su brillo sobre la oscuridad plateada
hasta la línea invisible la superficie oculta en falsos reflejos
…………el frío helado profundidad
…………azul negro
…………el abismo en el abismo
…………y un líquido denso
agua salada que corroe arrastra envuelve con su peso
…………un pulso latente inorgánico
…………insensible
empujando
…………lo vivo y lo muerto
………………………enterrado en el mar
algas danzantes en el fondo ocultas
un reflejo ilumina fugaz
estrella viva
animales y rocas
en el arrastre del empuje ciego
……………………
……………………¿cómo sería posible
…………………………………………descansar en el mar?
Eugenia Coiro, diciembre 2013
Sobre la exposición «También ahí había un mundo»